Rosario… Charo… te fuiste tan rápido como era tu persona, viva y disponible, deseosa de aprender la cultura y la forma de vivir de este pueblo; Las lenguas no era lo tuyo pero el celo por las jóvenes y llevar acabo el Carisma lo era todo para ti.
El celo por las chicas te devoraba, no puedo olvidar tus últimas palabras en esta vida que fueron para ellas.
Ese día, como tantos otros rezamos juntas, adoración y vísperas y a continuación juntas nos dirigimos al comedor para la cena; No podíamos imaginar que era la última vez que nos sentábamos juntas a la mesa; al llegar al postre te levantaste y una manzana que había la partisteis en tres trozos y nos diste uno a cada una, fue tu último gesto, el significado de tu vida. “COMPARTIR “
Sin aun dar gracias al señor por la cena te fuiste a poner la tele a las niñas del internado pues era ya la hora… todo en actitud de serbio.
Al día siguiente, de madrugada las otras dos hermanas salíamos para Béléko y tú te fuiste a la cama por que querías estar descansada para quedarte con las chicas.
¡Que sorpresa nos esperaba! no pasaron ni 20 minutos y un golpe fuerte nos alertó; fui a tu cuarto y estabas en el suelo; te pregunte ¿estás mala? “no” fue tu respuesta. Pero empezaste a hablar y a decir cosas que no venían mucho a cuento: los exámenes de las chicas de final de curso, etc.… y a si sin decir nada casi sin que nos diese tiempo a que el médico hiciese un diagnostico y prescribiera un tratamiento… sin hacer ruido te fuiste.
No podía creer lo que estaba viendo. La gente se volcó…de todas partes fueron llegando incluso en medio de la noche. La noticia fue para todos como un rayo… llegó tan rápida, con la misma rapidez que se desgranaba tu vida y se fue tu vida.
Es difícil expresar lo que significó tu presencia en nuestra comunidad y lo que ese 4 de junio de 2009 se vivió en nuestra comunidad, en la Región, en la Diócesis, en la Congregación.
Solo te digo Charo pide por la Región, por tu comunidad, por las chicas….GRACIAS CHARO.
Ángela García R M I