Hna. Maria Jose Baleztena Ezcurra RMI

Maria Jose Baleztena Ezcurra RMIPresentación1

Nació en España el 6 de Mayo de 1917. Fue destinada a Cuba y cuando comenzó la revolución cubana fue destinada a San Luis Missouri, USA. Luego es destinada a la fundación de San Antonio, TX donde permanece hasta su encuentro con el Padre. Fallece en San Antonio, TX el 18 de Enero del 2010 a los 92 años y 53 de vida religiosa

Hna. José Baleztena, pequeñita de estatura pero grande de alma y corazón, mujer entregada siempre al servicio generoso y desinteresado. Quienes tuvimos la dicha de conocerla sabemos que no había rincón de la casa en el que no entrara, ya para reparar, limpiar, o poner orden. Sí, María Baleztena fue una joven dedicada a trabajar. Fue la hermana mayor de esas familias españolas en las que ser varios hermanos no era extraño, ni mal visto; sino una bendición de Dios.

Al fallecer su padre, ella dedicó tiempo y trabajo para ayudar a su madre y hermanos a salir adelante. Era una chica de las que Sta. Vicenta María llamaba honradas; a tal grado lo fue que llevaba las cuentas de la señora, y la misma señora cuando enfermó, no quería hospedarse en la casa de su hija, sino en la casa de las monjitas de María.

María al ver que ya había terminado su misión familiar, entró el 11 de enero de 1957 en la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada; en la toma de votos, cambia el nombre por el de María José del Carmen.

Navarra, tierra de misioneros, vio partir a Hna. José en el año de 1959 a tierras lejanas. Fue destinada a Cuba, aquella Cuba señorial la recibió con ese carácter acogedor y alegre propio del caribeño, pero con el cambio de sistema político, tuvo que dejar Cuba junto con otras hermanas, entre ellas Hna. Rosario Hernández, que falleció hace escasos cuatro meses, y llegaron a San Antonio Texas, “temporalmente”, hasta que se les permitiera volver a la isla.

San Antonio fue para ella, lugar de inmigrantes, de acogida, de trabajo, de evangelización. Ella que ha pasado por la experiencia de dejar su tierra, de vivir guerras civiles, y mundiales, sabía que sólo hay una tierra de paz, sólo hay un idioma, el AMOR; acogía con cariño al que venía de fuera, al que tenía alguna necesidad, a quien solicitaba su consejo.

Su buen humor navarro, hacía reír por su comentario oportuno a todos los que la trataban, hasta el último día conservó su sentido del humor y la delicadeza de agradecer todo lo que recibía y cualquier servicio por sencillo que éste fuera.

Nació en el mes de mayo, y tal parece que la SS. Virgen la acompaño siempre, cuantas veces podíamos pasar por su habitación la encontrábamos desgranando el rosario.

Todas las noches antes de ir a dormir, hacía la señal de la cruz con agua bendita sobre su cama, dormía en paz. Dormía en la paz del Señor cuando la enfermera en turno llegó por la mañana a darle los buenos días.

Saldias, Navarra vio nacer a una pequeña niña el día 6 de mayo de 1917, María Baleztena Ezcurra; Hna. José, no te has ido porque sigues viva en cada corazón y lugar de esta casa, que te vio desgastarte en el servicio a los demás desde el Señor.

Lourdes Camarillo RMI

  1. Ma. José, fue una hermana muy cercana, servicial, atenta a las necesidades de las hermanas. Le gustaba cuidar de las enfermas. Atenta a lo que uno necesitara. Rezaba mucho para que hubiera donaciones y siempre preguntaba: ¿no ha llegado nada? y se respondía: ya vendrá, ya vendrá.

Era muy agradecida. Incansable. En una ocasión se quedaron tres hermanas sólo en la comunidad, una hermana mayor, ella quien también era mayor y la responsable de la residencia. Había que recoger la cocina después de la cena de las chicas. A la responsable de la residencia la llamó una chica y cuando regresó para recoger la cocina ya estaba todo hecho. Esto sorprendió a la hermana porque H. Ma. José ya no hacía ese tipo de trabajo.

Atendía muy bien todos sus oficios, además de enfermera era responsable de atender a las huéspedes y no se le pasaba nada.

Cuidó a H. Asunción hasta que falleció y por último a H. Rosario Hernández. Al poco tiempo de fallecer H. Rosario, también se fue ella.

María Perpetua García O. RMI

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