HNA. ANA MARÌA BERNAL:
Colombiana. Con una niñez y adolescencia, fuera de lo común, ya que cayò ( por un acaso de la vida) en manos de una familia que no era la suya, que la maltratò y la tuvo como a una esclavita sin libertad etc. Al irse esa famila para España, se la llevaron también a ella y aquí, ya joven, (también por un acaso de la vida), encontró la liberación, la libertad de los hijos de Dios, a través de Vicenta Marìa quien indudablemente salió al paso, ya que llegó a uno de nuestros Colegios, no sé cómo, donde encontró formación y orientaciòn hasta llegar a ser una RMI. Estuvo destinada en las Comunidades de Bogotà y Medellin (Colombia) en la casa del Sagrado Corazón de Medellín, ya mayor, mostró su talla de servicio callado y sencillo atendiendo a las familias “tan pobres” del Barrio marginado de la IGUANA cerca de casa, cuyas casas eran de latas, cartones y maderas sin cimientos fuertes, a éstas familias las atendía con los primeros auxilios, poniendo inyecciones, recetando caseramente en sus enfermedades o dificultades de salud, acogiéndolas, sobre todo con su talante pobre, humilde y sencillo.
Su última Comunidad fue Bogotá (Avenida Caracas) donde daba ese testimonio de vida oculta callada sencilla ante la Comunidad y las jóvenes de la Residencia que la valoraban y querían muchísimo, pues reclamaban su presencia y acogían la palabra sencilla y oportuna que les decía en momentos que ellas la necesitaban. Este cariño y valoración que tenían por la Hna., se vio patente a la hora de la velación de su cuerpo y del entierro, cuando todas pasaban para agradecerle tanto bien que les había dado y hecho con su ejemplo de vida oculta y humilde.
¡!!!!A MAYOR GLORIA DE DIOS, DE MARÌA INMACULADA Y DE VICENTA MARÌA!!!!
Ma. Fabiola Aristizàbal Urrea
RMI