A los 100 años de nuestra permanencia en Cuba quiero hacer memoria de tres Hermanas con loas que tuve la dicha de convivir en Cuba: Hna Sta Cruz (Madrileña) Hna. Angela ( Gallega de Betanzos) y Hna. Mª Paz (Mexicana).
“Nos dice S.Juan, en el final de su Evangelio, que Jesús hizo muchas cosas que si se escribieran, no cabrían en el mundo los libros”… Algo similar, podría decir de estas Hermanas, con las que he tenido la suerte de convivir, los últimos años de su vida en la Casa de la Habana, a la que llegué el año 1984. Decir lo que hacían, sería interminable. Diré más bien algo de mi experiencia, (porque solo Dios puede ver lo que cada persona es en verdad); a juzgar por lo que pude apreciar, su entrega generosa, valentía, espíritu de trabajo y sacrificio, caridad, amor a la Congregación servicio a la Iglesia cubana etc. Todo vivido con un talante espiritual de personas entregadas y muy llenas de Dios.
Cuando se inició el proceso revolucionario de Cuba, la Casa estuvo intervenida por los militares y de no haber sido por la Hermanas, que fueron fuerte y valientes (contando también con su Superiora M. Javiera Ma. y Ha Lorenza ) la Congregación, no hubiera podido permanecer en la Isla, llevando posteriormente nuestro trabajo Apostólico a otras Provincias…Este año en que la Casa de la Habana, celebra su Centenario, es una ocasión para dar “ GRACIAS A DIOS POR TODO”, especialmente por estas Hermanas santas y generosas, que por su valentía y entrega, hicieron posible la permanencia de la Congregación estas tierras, dónde nuestras Hermanas siguen sembrando la semilla del Evangelio . Que el DUEÑO DE LA MIES, siga bendiciendo a la Congregación, con nuevas vocaciones, para que el Carisma de Sta. Vicenta María siga permaneciendo en esta tierra Cubana. Que la Virgen de la Caridad las acompañe y bendiga.
TESTIMONIO: Hna. Pilar Antibón. rmi