Nuestra misión…

«¡Mi vida es para ellas!»

Santa Vicenta María

Deseamos estar ahí para adolescentes y jóvenes que están lejos de su casa o pasándolo mal por otras razones, ayudándoles a tomar sus propias decisiones y a vivir optando al estilo de Jesús.

Preservación

Vicenta María siempre puso primero el cuidar de los demás, inspirada por sentirse amada por Dios de una manera única, como «amor preventivo».

Desde la experiencia personal del Amor de Dios,

como “amor preventivo”

Nosotras seguimos con esa idea, conectando con las jóvenes, aceptándolas tal y como son, entendiendo sus situaciones, y ofreciéndoles experiencias de bien. Para esto, fomentamos el diálogo, escuchamos, aceptamos y respetamos las circunstancias personales de cada joven.

Desde la empatía, acogida, comprensión

y el respeto…

Les ayudamos a reconocer su propia dignidad, a fortalecer sus valores en consonancia con los sueños de Vicenta María, a reforzar su sentimiento de pertenencia, a empoderar su identidad, a desarrollar habilidades positivas y a usar estrategias basadas en principios humanos y cristianos para enfrentarse a los desafíos y peligros de su entorno.

Promoción

Siguiendo lo que quería Santa Vicenta María y la misión que nos dejó

Nuestra Congregación siempre ha visto la educación y el trabajo como clave para el bienestar de las jóvenes. La promoción cultural y laboral de las jóvenes son un irrenunciable.

Para encontrar su camino en Jesús,

para que se sientan realizadas, algo a lo que todos estamos invitados, empieza por lograr sus metas personales y profesionales.

Así, nos dedicamos a la la promoción integral de las jóvenes,

para que crezcan en todas las dimensiones de la persona, acompañándolas, dándoles apoyo personal y preparándolas para que puedan entrar en el mundo laboral.