Roma, 19 de Febrero de 2023
En Él toda nuestra esperanza…
A todas las Hermanas de la Congregación
Muy queridas Hermanas:
Hoy es un día especial en el proceso de nuestra familia congregacional, al conmemorar el 73 aniversario en el que el Papa Pio XII confirmó el camino de santidad de santa Vicenta María, al proclamarla Beata, justo 25 años antes, de que el Papa Pablo VI la proclamara ¡Santa!
Es un buen motivo para compartir con vosotras el cúmulo de sentimientos y ocupaciones que llenaron la semana que terminamos. Comenzamos cuidando el modo de llegar a todos los colaboradores, jóvenes y otras personalidades, que pudieran valorar nuestra película: “La SIRVIENTA”. A pesar de que muchas personas estaban viajando, estaba llena la sala Farnese, popular cine del centro de Roma y uno de los más antiguos.
El día 14, víspera de la fecha señalada para la presentación, acogimos parte del equipo, representado por Pablo Moreno, director y autor del guión; Cristina González, actriz principal que encarna a Vicenta María y otros miembros del mismo, que vibran con el trabajo que han realizado.
El día 15, muy temprano nos dirigimos al Vaticano para participar, en el aula Pablo VI, en la audiencia del Papa, en la que Cristina fue la elegida para entregarle la primera copia de la película. Las imágenes, que podéis ver en nuestras redes, son expresivas, pero la emoción que nos transmitió al darle el primer abrazo después de ese momento, es indescriptible… os comparto que experimenté, una vez más, como un pequeño gesto de bien puede “tocar” tanto a una persona. Ella vibra y nos hizo vibrar con lo que había vivido… Vicenta María y las RMI, son algo que han o hemos entrado, en su vida…
El día fue muy completo. A las 12,30 tuvimos en casa la Eucaristía en la que renovó los votos la Hna. Clarissa dos Santos, tercerona. Y poco después de la comida, salida, en diversos grupos, para acoger a los participantes a la representación de la película.
En un ambiente familiar y cálido, nos fuimos encontrando en la “Piazza Campo di Fiori”, en pleno centro de Roma… Entrevistas de varias cadenas de la prensa, saludos… Llegaron las hermanas de las comunidades de Bari y Milán, con Antonio Macri, presidente del MOLAVIM y María, su esposa. Un poco más tarde de las 17:00 horas, todas expectantes, comenzamos a adentrarnos en el espectáculo de una vida… la cual nos metía a nosotras mismas en la trama… También nos sentíamos protagonistas de un misterio que nos envuelve y nos lanza hacia adelante, por encima de dificultades y todo tipo de situaciones, como la misma actriz, Cristina, confiesa: “la obra me ha hecho más fuerte…”.
Una de las hermanas jóvenes expresó a la salida: “nos ha confirmado en nuestra vocación…” Yo me digo y os digo: “la historia no ha terminado…”, como afirma en la película Leia (la joven, empleada de hogar, acusada sin motivos por ocultar delito de los niños que cuidaba…) Es el gran desafío que nos lanza: el Carisma está vivo… la “necesidad de la época…” sigue siendo real… nuestro es el empeño: ¡Hacer vivo Hoy el “sueño” de Vicenta María…!
La liturgia de la Palabra de este domingo nos da una pauta: ¡vencer el mal a fuerza de bien…! Como nuestro Padre, que hace brillar el sol sobre buenos e injustos…
Y estamos a punto de comenzar la Cuaresma, el Papa Francisco, en su mensaje, también nos guía por el mismo sendero:
“El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta.
El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal”.
Estos mensajes vienen a confirmar los ecos, que resuenan de cuanto hemos vivido en las Asambleas del mes de enero, tanto la IV Asamblea mundial de los miembros del MOLAVIM, como nuestra VIII Asamblea general…
¡Ánimo Hermanas! El Señor nos sigue llamando para “estar” con El y “enviarnos” a anunciar en el mundo la alegría del Evangelio, ¡el AMOR!
María y Vicenta María nos acompañan… ¡Adelante!
Un grande abrazo, unida a todas las hermanas de la Curia y al equipo de Hermanas, que han colaborado en la realización de la película, toda mi gratitud.
M. Daría Fernández RMI
Superiora general