INAUGURACIÓN AÑO JUBILAR SANTA VICENTA MARÍA

“Gustad y ved, qué bueno es el Señor” sal. 33

El día 26 de diciembre, aniversario de la muerte de Santa Vicenta María, en los días en que estábamos dentro de la Octava de Navidad y que aún resonaba el canto del gloria, nos dábamos cita en la Casa Madre para dar inicio al Año Jubilar, un año de gracia que el Papa Francisco ha concedido a nuestra Congregación.

Estuvo presente la madre Daría Fernández, acompañada por Hna. Dominique Ladureau consejera general, hermanas de las casas Curia y H Marta Méndez, provincial de la Provincia Ibérica y muchas hermanas de sus comunidades, así como, jóvenes, miembros del Molavim, colaboradores y amigos de la casa; no podían faltar las novicias que, vienen de varias partes del mundo y H Socorro Castillo, maestra del noviciado internacional.

La Eucaristía fue a las 12:00 pm, presidida por el Cardenal de Madrid Don José Cobo y concelebraron con él varios sacerdotes amigos. En la homilía, el Cardenal nos invitó a ver cómo Vicenta María humanizó y tocó, al estilo de la Navidad, el trabajo de las sirvientas, e intentó crear unas relaciones nuevas, proporcionando a la mujer una dignidad en todos los ámbitos de su persona. Nos dijo que esta es nuestra herencia, esta es la parte de su carisma que nos corresponde ahora vocacionalmente a nosotras. En este año jubilar que comenzamos, al hacer memoria de estos odres viejos,  los podemos llenar con los odres nuevos de Vicenta María; sus odres nuevos nos colmarán de alegría y de esperanza, porque se nos abre un tiempo nuevo, un tiempo primero para el recuerdo, recuerdo agradecido por el regalo de la vida y del carisma congregacional.  Insistió en no perder la esperanza.

Después de la Eucaristía fue el compartir fraterno, compartir el pan con todos. La bendición de mesa  la  prepararon, con mucho cariño las novicias, de una manera muy creativa, llena de símbolos. Mientras leían el texto que hablaba de historia, nombre de personas, raíces, tronco, ramas, flores, frutos, iban formando un árbol, lleno de colores y de vida. En resumen, hablaban de toda la familia de Vicenta María, terminando con esta frase: “Así, mirando llenas de esperanza y los pasos afianzados en la fidelidad de Dios, seguiremos creciendo juntos.”

Después de la comida asistimos a una conferencia de Hna. María Digna Díaz, historiadora de la Congregación. Esto no fue sólo para las hermanas, sino para todas las personas que quisieron asistir. Las palabras fueron como pinceladas llenas de color y luz que nos hablaron de la vida, obra y santidad de Vicenta María, una mujer humana, que hizo  lo ordinario, extraordinario.

En seguida presentaron una escena del musical “Revolución de amor”, obra escrita y dirigida por  Amparo Paz Aranda, profesora del colegio María Inmaculada de Fuencarral. La obra se estrenará en mayo; refleja la realidad que hoy en día viven nuestros jóvenes; lo que hace especial a este musical es que quienes actúan son los mismos chicos de varios colegios de nuestras casas.

Para terminar este día tuvimos la participación de la Hna. Mónica Pérez, que cantó algunas composiciones de su autoría, y que hablan de la vida de Vicenta María.

Esto fue lo vivido. Un día de gracia, un día grande en el que palpamos de una manera especial la presencia de Vicenta María en medio de nosotros.

H Eneyda Ortiz rmi