Qué hacemos…
Lo nuestro va de estar ahí con y para la juventud, comprometiéndonos a fondo para atender vuestras necesidades.
Desde el principio, hemos abierto nuestras puertas, adaptándonos a la diversidad de cada tiempo, respondiendo a las necesidades del momento, a través de plataformas de promoción y evangelización.
Centros sociales
“Cuánto bien no resulta de acoger a estas muchachas en sus desacomodos, instruirlas, entretenerlas en los días festivos y cuidar, en fin de que vivan cristianamente”
(Sta. Vicenta María. Carta 120. I)
Desde los Centros sociales nos dedicamos a la acción social y a la evangelización, con el objetivo de fomentar la integración y dignidad de la mujer empleada de hogar, ofreciéndoles acompañamiento y formación integral.
Nuestros Centros Sociales se abren a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, impulsando procesos de inserción o reinserción laboral.
A través de una pedagogía personalizada, cada joven es agente de transformación, capaz de mejorar su propia vida e incidir en la sociedad.
Residencias
“Consideren que de tal manera se enlaza su santificación y perfección con la santificación y provecho de las jóvenes, que esto constituye el doble fin del Instituto”
(RG 499)
Compartimos con las jóvenes nuestra experiencia educativa, arraigada en nuestra identidad cristiana y carismática, valorando a la persona en su totalidad y promoviendo el diálogo intercultural.
Acogemos a todas aquellas que se alejan de su hogar por motivos laborales o académicos.
Nuestro objetivo es apoyar el desarrollo integral de cada una, fomentando una actitud activa en el cambio social.
Hacemos familia y hogar.
Ofrecemos un modo de vida familiar, basado en la sencillez, la responsabilidad y el trabajo conjunto, brindando la oportunidad de crecer y profundizar en la fe cristiana.
Centros educativos
«enseñándoles con humildad y paciencia”
(RP 244 y 256)
En nuestros centros, continuamos haciendo realidad la formación y promoción de los jóvenes que se preparan para integrarse al mundo laboral y convertirse en agentes de cambio en la sociedad.
Centros abiertos, innovadores, con metodologías activas, haciendo del joven el protagonista de su aprendizaje y desarrollando sus habilidades personales. Desde un estilo preventivo y actualizado, que cuida a cada persona y las acompaña para que sean autónomas, coherentes, comprometidas en el cuidado de la naturaleza y el desarrollo social.
Otras plataformas apostólicas
Además de los Centros Sociales, Residencias y Centros Educativos, gestionamos otras obras apostólicas orientadas a las necesidades emergentes de adolescentes y jóvenes en diversas realidades. Como por ejemplo, la Fundación Manuel María Vicuña. Estos son espacios seguros que sirven como plataformas de evangelización y desarrollo integral.