Con mucha frecuencia y sobre todo en momentos o situaciones importantes de nuestra vida, solemos repetir las palabras de nuestra Santa Madre que recogen esa actitud de gratitud que ella tenía: DEMOS GRACIAS A DIOS POR TODO.
Para nosotras hoy es uno de esos momentos en el que el corazón se despierta esos sentimientos… sentimientos de gratitud por todo lo vivido estos días… Días de gracia… momentos intensos recreando la vida en fraternidad, compartiendo, disfrutando conversando… momentos intensos que nos han ido ayudando a descubrir los valores y capacidades de nuestras hermanas… el valor de la vida de cada una, y sobre todo, a descubrir a Dios en todo, regalándonos el don de su presencia siempre nueva.
Nos vamos con la certeza de que el espíritu de Vicenta Mº nos ha acompañado e iluminado a lo largo de estos días para buscar juntas cómo poder ir respondiendo con nueva ilusión, a las llamadas de la Iglesia de nuestro mundo, de nuestras jóvenes… y la certeza de que ese mismo Espíritu seguirá dándonos la luz y fuerza necesaria para seguir llevando adelante lo que hemos comenzado aunque sea con pequeños pasos..
También nos vamos con el corazón lleno de agradecimiento a Madre Daría por su AMEN una vez más, por el regalo de su presencia entre nosotras, por su escucha paciente a lo largo de estos días de Capitulo… Gracias por el Don de su fidelidad que se mantiene al calor de la tuya… Por su entrega incondicional al misterio de tu voluntad que se le revela en cada acontecimiento, en cada momento… en cada hermana… Gracias por su búsqueda de lo esencial del carisma.
No queremos dejar de agradecer también la presencia desde la distancia de nuestras hermanas que desde su misión o su sufrimiento y sobretodo con su oración, nos han acompañado a lo largo de estos días. Sin olvidar a las hermanas que también a lo largo de este tiempo, se han ido a gozar del abrazo de nuestro Padre Dios en el que nos habrán envuelto también a cada una de nosotras.
POR ESTE ENCUENTRO DE FRATERNIDAD QUE HEMOS VIVIDO… ¡GRACIAS SEÑOR!