GRACIAS

Gracias por estar ahí y acompañar tanto, dolor y sufrimiento. Que está tocando vivir al mundo entero, unas zonas o casas más que otras, pero desde el sentido de cuerpo, todas sufrimos. Es duro ver marchar a las hermanas y no poder despedirse, no poderlas acompañar en la enfermedad y también se hace complicado ver la soledad que se vive tanto las hermanas que están enfermas o aislada y nuestras hermanas mayores. Son días de tristeza y tensión con la certeza de que el Señor nos acompaña, aunque a veces no se palpe con fuerza, pero tenemos la certeza de que está y actúa. Gracias  

Pepi Macías

Casa Madre