Hemos estado escuchando las terribles inundaciones en Porto Alegre, Brasil.
En la comunidad que tenemos allí, no han sufrido daños considerables y están haciendo todo lo posible por ayudar a las familias de los alumnos que asisten al Centro Educativo, asi como a personas cercanas a la Comunidad. Las necesidades son grandes y cualquier ayuda es bien recibida…
Oremos por los damnificados, que la solidaridad aumente y no les falte lo básico para tener las fuerzas y enfrentar la adversidad.